Científicos explican cada cuánto debemos cambiar los estropajos
- Pueden llegar a estar más sucios que un váter
Tendemos a pensar que la vida útil de muchos de los objetos del hogar es más larga de lo que realmente es. Pasamos demasiado tiempo usando sabanas, toallas, esponjas y otras cosas que están en contacto constante con nuestra piel sin saber ni pensar que -pasados unos días- se van llenando de bacterias que pueden ser perjudiciales para la salud.
Arket o el silencioso nuevo imperio de la #ropa para #minimalistas
El 25 de agosto abre en Londres la nueva marca hermana de H&M. Una apuesta por diseños básicos y de calidad que huyen de la dictadura de las tendencias, siguiendo la línea de otras marcas como Uniqlo o Everlane.
Tres propuestas de Arket, la firma del grupo sueco H&M plagada de básicos alejados de las tendencias del mercado. Foto: Arket
5 errores que estás cometiendo con tu ropa interior
El tema de la ropa interior es de lo más básico del mundo. Escoges un par que te quede, le inviertes un poco de dinero para tener algo de calidad y lo usas por los siguientes años. Pareciera lo más sencillo, pero en realidad tiene su ciencia.
- Los reusas antes de lavarlos: Verás, un par de chones sucios contiene entre una décima a un gramo de heces fecales. Aunque sea una vez cada semana, la recomendación más básica de mamá es: lava tus chones antes de usarlos. Así de fácil.
Cómo vestirte para no quemarte en vacaciones si eres muy blanca
Mientras el resto de tus amigas solo piensa en ponerse al sol para ponerse morena, tú huyes de él para no quemarte. Y la ropa es importante por eso te hemos preparado un 'shopping'
Elle Fanning, en Cannes GTRES
Mientras la mayoría de tus amigas están locas por llegar a la playa y tumbarse al sol, tú ya temes ese momento en el que no queda un hueco bajo la sombrilla y no tienes más remedio que sacar parte del cuerpo de la sombra. Lo mismo te pasa cuando vais al chiringuito y, si está tan lleno, que acabáis al sol. Tranquila, le pasa a todas las chicas que son de pieles muy blancas.
Harvard y Columbia afirman que el dinero puede comprar la felicidad
- Aunque con una condición: sólo si se utiliza para comprar tiempo
Siempre se ha dicho que el dinero no compra la felicidad. ¿Qué hay de cierto en eso? (Philartphace / Getty)
Un viejo “axioma” de la humanidad reza imperturbable al tiempo: “ el dinero no compra la felicidad ”. Aunque es improbable conocer su génesis, la frase sin dudas ha logrado sostenerse en el tiempo y ha ayudado a sostener el delicado balance entre los que más y los que menos poseen. Porque, claro, esa frase tiene un doble poder social: A los de aquí abajo – para los que llegar a fin de mes es más un fantasía que una realidad-, porque les consuela esa afirmación esperanzadora de una (¿ilusoria?) igualdad; mientras que a los que ocupan la lista de Forbes les sirve (sin gran preocupación tal vez) para que los que menos tienen, que son abrumadoramente mayoría, no se los devoren.